martes, 30 de abril de 2013

CULINARIA NACIONAL




Todas las noticias de este país se han echo eco del premio concedido al Restaurante Celler de Can Roca, en Gerona, como el mejor restaurante del planeta. Hombre hasta aquí todo va bien, y se agradece que con la que está cayendo, a alguien de este país le den un premio de esta naturaleza. Claro que todo esto se queda un tanto difuminado cuando te enteras de lo que vale un menú en ese "templo gastronómico". Solo hay dos: uno de 135€ y otro de 165€. Coño, ¿qué se come allí? Y vas a la carta; te encuentras cosillas como que, para empezar, se ponen unos aperitivos que se comen con la mano; ¿dónde está el problema?; a mí desde pequeñito me enseñaron que jamón, chorizo, queso y derivados del plato a la boca pasando por la mano, que estuviera limpita, claro. En cualquier bar una tapita se come así. Pero es que no es exactamente eso lo que comes, es una comida "cultural internacional", abierta a otras nacionalidades, por ejemplo Escandinavia (yogur helado, rábano picante y eneldo), Japón (misho, dashi de nata, tempura), lo dejamos ahí porque ya el estómago empieza a hervir. También hay una tarta de chanquetes, una original tortilla de alcachofas y alguna perla más. 
Con estos "entrantes" atacamos el menú: trigo verde con sardina ahumada, cuya foto se puede ver arriba, una ensalada de otoño: salsifí, boletus eludis, remolacha, destilado de la tierra y una tarta "comtessa" muy original, compuesta por espárragos blancos helados y trufa de la tierra.  Me gusta el nombre de otro plato: salmonete relleno de su hígado sobre un canapé de suquet, que se sirve con una copita de caldo del mismo pescado. El tema de las carnes también tiene su miga; entre varios platos con nombres muy raritos, hay uno, que dicen, es la especialidad de la casa: royal de liebre, cuya complejidad debe ser extrema. Tres camareros  por mesa ¡ahí es nada!, lo normal es un camarero por cada 4 mesas y gracias. No hablan nada de vino, ni que te pongan bicarbonato para hacer la digestión.
Me paro aquí porque no quiero darles más publicidad gratuita. Según comentan hay una cola de peticiones para comer allí de varios meses. Con todo el respeto, no lo entiendo. Cuando en otra noticia dada hoy se habla de que la comunidad de Andalucía tiene que dar 120 millones de euros para ayudar a que muchos niños andaluces coman, porque no lo hacen por falta de medios y se sabe que un 25% de españoles roza o está por debajo del umbral de la pobreza, o que a un banquero le largan 90 millones de euros de finiquito, estas cosas a mí me cabrean. No se quién da estos premios, ni me importa, donde esté un buen cocido, las tortillas de patata y las croquetas que prepara mi esposa, no me cambio por nada de eso. Lo siento, soy un clásico. Hombre, si me invitan y por probar....Pero es que a mí esto de la restauración "ad hoc" y que si no vas a un lugar de estos no eres un "sabio", con toda sinceridad "me la pela". Tenemos en este país, reconocido internacionalmente, una dieta mediterránea que es la envidia de cualquier lugar y creo que no hace falta ser tan creativos con platos y sus nombres.  Y que me llamen conservador.
Ya se sabe el chiste de Leo Harlem: "Tembladera de huevo y leche al golpe de calor en su espejo caramelizado"; o sea vulgarmente: FLAN.
De todas formas, mi enhorabuena a este restaurante y a sus dueños, seguramente se lo curran de salero, pondrán una gran pasión y se lo merecen, pero me parece que tanto "snobismo" nos lleva a donde estamos: en la más completa idiotez. Cada uno puede hacer con su dinero lo que le dé la real gana, pero en mi opinión no está el horno para bollos. Creo que este país, desgraciadamente, está para otras cosas.

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