viernes, 10 de abril de 2015

POLÍTIC@S TÓXICOS


Hay un libro del argentino Bernardo Stamateas titulado Gente Tóxica, en el cual hace una perfecta disección de esa gente que está a nuestro alrededor y que, literalmente, nos hace la vida muy complicada. La verdad es que un buena variedad de gente que nos impide tener una existencia más o menos tranquila. Esto es totalmente aplicable al mundo de la política. ¡Vaya cantidad de polític@s tóxicos que tenemos!
Una que últimamente se está llevando la palma, lo cual tiene mérito con la competencia que hay, es la mujer de la foto. Se llama Irene Lozano y pertenece al partido UPyD, que está atravesando un momento francamente muy complicado. Vamos que según todos los mentideros le quedan dos telediarios. Porque su proceso de descomposición después del batacazo de las elecciones andaluzas es imparable. Y claro, han salido a relucir toda la suciedad que suele acompañar a cualquier partido cuando las cosas se tuercen. Esta mujer no se cortó un pelo hace poco más de ocho meses es para llamar de todo a un compañero de partido, Sosa Wagner, porque propuso un acercamiento a Ciudadanos. Incluso le llamó "mezquino". Y cuando más estaba cayendo contra su partido sacó a relucir su ortodoxia y repartió a tirios y troyanos. Poniendo a caer de un burro a todo aquel o aquella que osaba decir que no era la forma de ganar apoyos la política que llevaba el partido. Ahora cuando las espadas y los bastos caen a plomo sobre Rosa Díez y su forma de dirigir, dice que presentará una candidatura para apear a Rosa y "gobernar el partido con flexibilidad que quizá haya faltado". Ahora que ve las orejas al lobo en forma de desastre electoral y los de Ciudadanos la tienen cerrada la puerta, comprueba que se le acaba el chollo y quiere seguir como sea. Aunque sea cargándose a su "madre política".
Es un ejemplo palmario de la fauna que, mayoritariamente, nos dirige políticamente en este país.
¡Así nos va!

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