ANGOLAZO FRANCÉS
Y
BALONCESTO
Fue en las Olimpiadas de 1992 cuando España acuñó el término "angolazo", como consecuencia del batacazo en forma de derrota que la selección de baloncesto tuvo frente a la de Angola. Fue memorable, ni se les conocía a los africanos, pero dirigidos por un tal Conçeiçao nos dieron un repaso que todavía escuece en la historia deportiva.
En este Mundial de baloncesto todos (TODOS), nos las prometíamos muy felices. Jugar en casa da ventaja, el equipo era de toda garantía, tíos curtidos en mil batallas y con talento a raudales, los americanos que no traían un equipo que metiera miedo; vamos que estaba chupado, íbamos allegara la final con la gorra y, de una vez por todas, a los yanquis les caería la del pulpo. Y la cosa empezó a lo grande, buenas palizas a Irán, Egipto, victorias inapelables frente a Brasil, Francia y Serbia... todo rodaba sobre ruedas. No nos dábamos cuenta de que había algunos pinchazos en las ruedas del equipo hispano. Una rotaciones muy raras, uso abusivo de jugadores clave, mientras otras estaban de miranda sin aportar nada, excesiva dependencia del juego interior, una cierta relajación en los entrenamientos y concentración, un entrenador que demostraba un supina ignorancia de como gestionar un equipo,.... Se ganó a Senegal en el cruce de octavos, sin alardes y empezando a demostrar que no era oro todo lo que relucía y que ciertas actitudes de jugadores no guardaban consonancia con la visión idílica que se presumía. Y entonces llegó Francia... y sencillamente aquello fue una pesadilla. En toda la historia de los junior de oro jamás se había visto un partido tan anárquico, tan desastroso y tan penoso como éste. Los franceses, que se conocían el juego español de memoria, trabajaron el partido a tope, cosa que no ocurrió con los nuestros. Pau Gasol se lesionó y no estaba al 100%, su hermano Marc se fue al nacimiento de su hija, con lo que estuvo dos sías sin dormir y sin entrenar, mientra el resto se dedicó a actos promocionales y a no valorar adecuadamente el partido. Y ocurrió lo ocurrió, los franceses nos dejaron en ¡¡¡52 puntos!!!, y eso sin grandes alardes, solo aprovechando el torrijón hispano. Sin ninguna capacidad de reacción , ni en la pista, ni mucho menos en el banquillo, donde el francés Collet le dió un clinic a Orenga de cómo preparar un partido a vida o muerte. Una auténtica incredulidad recorrió a los espectadores viendo el partido. ¿Cómo había ocurrido eso? Y se han destapado la lucha de egos dentro del equipo, de la nula influencia de Orenga, del poco espíritu de trabajo existente, de poca capacidad táctica, más allá del juego de pivot y pick and roll, de la escasa aportación de Claver (un expediente X), de Reyes o de Abrines, de nuestra falta de tiro exterior, de nuestra ausencia de "3" alto... cosas que se sabían, pero que hasta la fecha habían quedado difuminadas porque creíamos que estos chicos y en casa eran invencibles. Nos ha faltado humildad, aparte de talento y nos ha sobrado soberbia. Ahora a rasgarse las vestiduras y decir que la decía yo, hay que tomar medidas radicales, etc...en este blog ya se advirtió con anterioridad que se debería valorar adecuadamente las medallas de plata y bronce conseguidas, porque esto podría ocurrir. El futuro es complicado, los años no pasan en balde y esta generación puede haber tenido un canto de cisne, amargo, injusto, pero inapelable.
Analicemos ahora a los integrantes del equipo.
PAU GASOL: el mejor, pero no llegó en las mejores condiciones físicas al partido clave y se notó. En primera fase debió descansar más y jugar menos, no era necesario engordar estadísticas. De los que le dolió la derrota, no la esperaba ni en la forma ni en el fondo. Su futuro una incógnita.
MARC GASOL: de más a menos, el partido contra Francia no debió jugarlo, no estaba ni física ni mentalmente preparado. Da la sensación de "mandar" demasiado en la banda
NAVARRO: de menos a más, cuando no entra su tiro exterior los problemas crecen. Individualista contra Francia, hubo momentos en los que estaba desesperado y quería resolver solo. Otra incógnita para el futuro.
CALDERÓN, RICKY, CHACHO RODRÍGUEZ: no se les supo sacar su máximo rendimiento a sus cualidades. Jugaban juntos, o de aleros y, a veces, se estorbaban. El Chacho si no es corriendo no entiende este deporte, en estático es muy limitado. Si Calderón es base de Dallas o Knicks, ¿porqué no jugó los minutos decisivos contra Francia? No entendió su rol en el equipo. Cuidado con Ricky, su juego puede llegar a ser intrascendente.
REYES, IBAKA: no había jugadas preparadas para ellos y tenían que buscarse las habichuelas por su cuenta. Ibaka totalmente desaprovechado, no acabó muy contento con las rotaciones. No salir ni un solo segundo Reyes a jugar contra Francia, de juzgado de guardia.
LLULL, RUDY: en ciertos momentos se sabe porqué el segundo se vino de NBA. Con su tiro, tampoco dió la sensación de que hubiera jugadas preparadas para aprovecharlo. El primero pone intensidad y lucha, pero no tiene estatura para enfrentarse a aleros de más de 2 metros. No sabe si es base, alero, escolta...
CLAVER, ABRINES: sigo sin saber porqué fue el primero y sigo sin saber si es alero, ala-pivot o medio estorbo. Que tiene sangre de horchata, estoy seguro. Abrines demostró merecer más minutos y en el futuro los tendrá, sin ninguna duda.
ORENGA: aunque pueda parecer el gran culpable y quizá lo sea, la culpabilidad hay que repartirla entre todos. Pero su falta de carisma, sus limitaciones tácticas, su compadreo con algunos jugadores y su nula capacidad de reacción lo eliminan para el futuro. Su actuación frente a Francia fue patética. No es ningún secreto que hay jugadores muy descontentos con su gestión, mantenerle sería peligroso.
De todas formas, quiero agradecer a esta generación extraordinaria los 14 años más formidables de baloncesto que, como selección, jamás ha tenido (y quizá no vuelva tener) España.
¡¡¡ GRACIAS !!!