PAÍS CHORIZOS S.A.
Durante muchos años en España se decía que la novela que mejor representaba al ciudadano español era El Quijote, una obra cumbre de la literatura mundial, por las cualidades que se desprendían de ella. En los últimos tiempos va a ser necesario revisar ese concepto y dar el premio a otra obra, no menos famosa, pero más escondida; El Lazarillo de Tormes, o sea la obra cumbre de un pecado típicamente español: la picaresca. Y es que no levantamos cabeza, en toda la historia de de este país, y mira que hay ejemplos para dar y tomar en cada período histórico, jamás se había dado tal cantidad de "mangutes" por centímetro cuadrado. Lo más cachondo del caso es que roban de las arcas públicas, de las que todos (unos más que otros y algunos nada) aportamos nuestros esfuerzos. En esta llamada democracia ????? hispana parece que el quedarte con una comisión, llevarte una tajadilla del pastel administrado está en el cargo y hace engordar el currículum. Y lo hacen con total desfachatez e impunidad. El último caso ha sido el de Luis Bárcenas, pero no es más sino uno de los que día sí y día también nos machacan los medios de comunicación y que empieza a ser casi rutinario. El ciudadano de a pie, que las está pasando canutas con el agujero de la crisis, asiste entre atónito y cabreado a una obra teatral que parece, por momentos, un esperpento que haría gracia, pero que amenaza con convertirse en una tragedia.
Claro que para aderezar el pastel, nuestros mandamases políticos ponen su granito de arena y lo que hacen es: mirar hacia otra parte y sacudirse el polvo o justificar lo injustificable procurando salvar sus honorables traseros, porque aquí no se salva ni el tato. O montar una comisión que ya se sabe donde va a terminar.
Todos y todas aquellas personas que están en el meollo político están bajo sospecha, con razón o sin ella. Es injusto, vale, pero es así. Por supuesto que la enorme mayoría de los que administran la cosa pública están libres de pecado, faltaría más, pero también son culpables por saberlo, permitirlo y no hacer nada por impedirlo. Porque no es de recibo que uno sea responsable de algún departamento o similar y alguien muy cercano a ti se levante unos milloncejos de euros y no te enteres.O eres tonto o por algún motivo haces la vista gorda, en cualquiera de los dos casos no sirves para el puesto ¿Es qué servir al pueblo tiene tantas prebendas que nadie quiere perderlas? ¿No es un SERVICIO?
Claro que visto el nivel educativo-cultural-profesional de buena parte de los que manejan estos puestos y nuestra clase política en general, no es de extrañar que ocurran esta cosas. Cuando en lugar de buscar al más competente (hombre o mujer) se busca el más servil, el más pelota y el mayor meapilas que se pueda encontrar, ¿qué se puede esperar? Explica a nuestros muchachos jóvenes, que tienen el gran honor de estar en las listas educativas mundiales a la cola de las mismas, que se esfuercen, que trabajen y que estudien. Puedes encontrarte con algo parecido a esto:
Una madre le pregunta al hijo: ¿Tú qué quieres ser de mayor?
El niño responde: Político
La madre, extrañada, replica: Pero para eso hay que estudiar mucho
El niño remata: Quiá, mami, se puede empezar sirviendo unos cafelitos y con el tiempo se acaba de ministro.
Así nos va.
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