miércoles, 30 de enero de 2013

HISPANOS

OTRO EJEMPLO A SEGUIR



Después de tirarnos casi toda nuestra historia sin tocar bola en éxitos deportivos, llevamos unos años que no hay quién nos pare. Los últimos en apuntarse al carro han sido los de la selección de balonmano, que se han proclamado, por segunda vez, CAMPEONES DEL MUNDO. Durante unos cuantos días han logrado lo que es muy complicado, que el fútbol no sea lo más oído en las tertulias patrias y que un deporte, importante pero minoritario, fuera lo más comentado.  Había una cierta sensación de que se podía lograr, se jugaba en casa, el equipo era joven, pero experto, no parecía tener puntos débiles reseñables, los anteriores "chascos" habían sido un aprendizaje muy importante y se pensaba que se estaba ante una oportunidad única. Tras unos comienzos algo titubeantes, a partir de los cruces los chicos se soltaron el pelo y empezaron a pasar rivales con cierta holgura para llegar al éxtasis en la final contra Dinamarca. Y es que no fue una final, fue una masacre deportiva en toda regla, los HISPANOS dieron un repaso de muy señor mío a los temibles VIKINGOS, que no se enteraron de la fiesta  y que, por momentos, tenía unas ganas enormes de irse a casa y olvidar la pesadilla en que se convirtió para ellos el partido. Vamos, que les serraron los cuernos vikingos con precisión quirúrgica y sin anestesia. Y claro ahora vienen los sesudos comentarios del personal, con o sin conocimiento de este deporte: la importancia del trabajo en equipo, la ausencia de egoísmos personales para buscar el éxito colectivo, una dirección desde el banquillo impecable y sabiendo explotar al máximo las virtudes de cada jugador en beneficio del conjunto, el autoconvencimiento de que el rival que está enfrente no es superior y que los partidos hay que jugarlos, confianza absoluta en las propias fuerzas y en las del compañero y lo más importante, una materia prima de primera calidad, sin la cual es imposible hacer milagros. 
Pero es una demostración más de que juntos podemos, de que todos somos necesarios, de que juntos sumamos y no restamos, de que todos nos necesitamos, de que nadie solo puede llegar muy lejos y necesita el auxilio y la cooperación del resto. Si fuésemos capaces de llevar estas virtudes a otros lugares de nuestro país es claro que las cosas pintarían de otra manera. Además el equipo es un ejemplo de lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, algunos de ellos militan en equipos foráneos, porque aquí entre crisis y otras cuitas han tenido que buscarse las castañas en otros lugares y están suficientemente preparados para ello. La ventaja es que cuando la selección les requiere se juntan y arman una gorda, desgraciadamente no ocurre lo mismo con esa parte de nuestra juventud que se marcha y no puede devolver a su país lo aprendido.
Para terminar y como algo que empieza a ser habitual, la celebración con sus seres más queridos, representados mayoritariamente por los niños y niñas con quienes disfrutaron de los primeros momentos del éxito en el vestuario. La selección de fútbol  lo inició y las demás van a seguir la estela. Un ejemplo de que son tipos normales, fuera del foco periodístico y no se olvidan de aquellos con quién viven éxitos y fracasos. El capitán Entrerríos lo definió en la entrevista al agradecer a su esposa, en público el triunfo, por los malos momentos que los familiares pasan y lo mal que llevan las ausencias de las concentraciones.  
El deporte une y saca, en ocasiones, lo mejor del ser humano. El Palau San Jordi, en Barcelona, tarareó el himno español sin ningún rubor y nadie se acordó de otras "cosillas". O sea que no es difícil lograrlo.
ENHORABUENA A LOS HISPANOS Y QUE SIGA LA RACHA...

lunes, 28 de enero de 2013

DE MAL EN PEOR

DRAMA NACIONAL

Y no hay manera. El último dato de la EPA de año 2012 ha sido de los que dejan escalofríos, casi 6 millones de parados. Un cifra que, en circunstancias normales, haría hervir la sangre patria y las calles podrían convertirse en un hervidero. Sin embargo no ha ocurrido así. Con una sensación a medio camino entre resignada y pasota, la gente ha bramado pero la cosa no ha pasado de ahí. Es un país bastante atolondrado. Si es nuestro equipo de fútbol el que amenaza con desaparecer otro gallo cantaría Porque, o la familia está aguantando con una fuerza sobrehumana el papelón de la crisis o la economía sumergida es muy superior a lo que nos cuentan o somos unos masocas. No hay otra manera, ya que según el mismo informe son más de 1,8 millones de familias las que no tienen ningún tipo de ingresos, por lo tanto aquí hay truco.
Esto le viene de perlas a este Gobierno que no sabe como parar la sangría y encima tiene la desfachatez de decir que sin sus reformas la cosa sería peor. Decíamos del gobierno anterior, nefasto a más no poder, pero estos también tienen su tela.  Podría ser verdad, pero de lo que no cabe ninguna duda es que su cacareada REFORMA LABORAL, que ha hecho retroceder en derechos unos cuantos decenios, ha permitido a los empresarios limpiar sus empresas de personal "sobrante", pero que les haga mantener sus beneficios, que ha convertido en mileuristas a gente superpreparada, que no le queda más remedio que aceptar esto o largarse a otro lugar  y que puede ayudar a desmantelar un tejido productivo español que guardaba un equilibrio muy inestable, sencillamente es una reforma que  no sirve. Se han equivocado en el diagnóstico y en aplicar los remedios.
Y todavía desde algunas organizaciones europeas dicen que hacen falta más reformas, pero ¿de verdad saben lo que dicen?. Lo que hace falta es una reforma seria y bien hecha, que ataque los problemas de raíz, acabe con privilegios  y ponga a todo el mundo a trabajar en la misma dirección. La competitividad no se gana con descensos salariales, ni con más horas de trabajo, sino con una clara apuesta por la persona y una organización de las tareas que sea lógica y aproveche al máximo las cualidades de quién realiza el trabajo. Y con muchas menos trabas administrativas, con menos empresarios buitres y más solidaridad, que de verdad se preocupen por sus recursos humanos y no tanto por la cuenta de resultados. Hace falta una reforma de MENTALIDAD, que acabe con clichés que no nos beneficien y saquen lo mejor del conjunto como país, porque materia prima hay de sobra. Necesitamos gestores valientes. Y si la clase política, empresarial y social que actualmente dirige no  es capaz, que de paso a otros que si sepan como hacerlo, que seguro la hay.
Estos casi 6 millones de parados son 6 millones de tragedias, de desilusiones, de sueños incumplidos, que amenaza con dejar a una generación de españoles y españolas muy preparados como un generación perdida y que pagaremos sus consecuencias en un futuro no muy lejano. Un 55% de paro juvenil , una cantidad ingente de personal de más de 45 años con un futuro muy complicado, una población cada vez más envejecida, no es algo muy alentador. A todo ello hay que añadir unas organizaciones sindicales que viven en su mundo de yuppi, anclados en pancartas del siglo XIX, que son más un problema que una solución.
¿Pero, qué hemos hecho para merecer esto?

jueves, 24 de enero de 2013

PAÍS  CHORIZOS S.A.


Durante muchos años en España se decía que la novela que mejor representaba al ciudadano español era El Quijote, una obra cumbre de la literatura mundial,  por las cualidades que se desprendían de ella. En los últimos tiempos va a ser necesario revisar ese concepto y dar el premio a otra obra, no menos famosa, pero más escondida; El Lazarillo de Tormes, o sea la obra cumbre de un pecado típicamente español: la picaresca. Y es que no levantamos cabeza, en toda la historia de de este país, y mira que hay ejemplos para dar y tomar en cada período histórico, jamás se había dado tal cantidad de "mangutes" por centímetro cuadrado. Lo más cachondo del caso es que roban de las arcas públicas, de las que todos (unos más que otros y algunos nada) aportamos nuestros esfuerzos. En esta llamada democracia ????? hispana parece que el quedarte con una comisión, llevarte una tajadilla del pastel administrado está en el cargo y  hace engordar el currículum. Y lo hacen con total desfachatez e impunidad.  El último caso ha sido el de Luis Bárcenas, pero no es más sino uno de los que día sí y día también nos machacan los medios de comunicación  y que  empieza a ser casi rutinario. El ciudadano de a pie, que las está pasando canutas con el agujero de la crisis, asiste entre atónito y cabreado a una obra teatral que parece, por momentos, un esperpento que haría gracia, pero que amenaza con convertirse en una tragedia. 
Claro que para aderezar el pastel, nuestros mandamases políticos ponen su granito de arena y lo que hacen es: mirar hacia otra parte y sacudirse el polvo o justificar lo injustificable procurando salvar sus honorables traseros, porque aquí no se salva ni el tato. O montar una comisión que ya se sabe donde va a terminar.
Todos y todas aquellas personas que están en el meollo político están bajo sospecha, con razón o sin ella. Es injusto, vale, pero es así. Por supuesto que la enorme mayoría de los que administran la cosa pública están libres de pecado, faltaría más,   pero también son culpables por saberlo, permitirlo y no hacer nada por impedirlo. Porque no es de recibo que uno sea responsable de algún departamento o similar y alguien muy cercano a ti se levante unos milloncejos de euros y no te enteres.O eres tonto o por algún motivo haces la vista gorda, en cualquiera de los dos casos no sirves para el puesto  ¿Es qué servir al pueblo tiene tantas prebendas que nadie quiere perderlas? ¿No es un SERVICIO?  
Claro que visto el nivel educativo-cultural-profesional de buena parte de los que manejan estos puestos y nuestra clase política en general, no es de extrañar que ocurran esta cosas. Cuando en lugar de buscar al más competente (hombre o mujer) se busca el más servil, el más pelota y el mayor meapilas que se pueda encontrar, ¿qué se puede esperar? Explica a nuestros muchachos jóvenes, que tienen el gran honor de estar en las listas educativas mundiales a la cola de las mismas, que se esfuercen, que trabajen y que estudien. Puedes encontrarte con algo parecido a esto:
Una madre le pregunta al hijo: ¿Tú qué quieres ser de mayor?
El niño responde: Político
La madre, extrañada, replica: Pero para eso hay que estudiar mucho
El niño remata: Quiá, mami, se puede empezar sirviendo unos cafelitos y con el tiempo se acaba de ministro.
Así nos va.

lunes, 21 de enero de 2013

PITORREO MUNDIAL



El ciclismo, como deporte, ha estado siempre rodeado de una aureola de leyenda, épica y  lírica fuera de lo normal. Se dice, de los ciclistas, que están hechos de una pasta especial. Sus hazañas resuenan en la mente de aficionados o no, unidas a sudor, sangre, lágrimas, esfuerzos sobrehumanos, etc... y también a nombres geográficos míticos: Tourmalet,  Izoard, Mont Ventoux, Alpe d'Huez, Mortirolo, Stelvio,... Durante muchos años sus etapas televisivas eran seguidas con una expectación enorme, literalmente la hora de la siesta era la hora del ciclismo. Pero este maravilloso deporte ha estado perseguido siempre por un virus dañino: el dopaje.  Cuya máxima expresión y veremos sino es el final de algo, se ha visto engrandecida estos últimos días con el tema de Lance Armstrong.

Cuando empalmó siete Tour consecutivos la gente se llevaba las manos a la cabeza y se mostraba admirada. Un deportista que había vencido un cáncer y en un esfuerzo de superación personal que era alabado y magnificado, dejaba impresionado a todos los aficionados al ciclismo e incluso a los que no lo eran. Además vencía con una facilidad pasmosa y, por momentos, aplastante e insultante. Sin embargo, siempre se sospechó que "algo" no funcionaba, aunque nadie quería poner el cascabel al gato, pues el tío pasaba los controles antidopaje sin una sola mácula.  La cosa carecía de algunas lógicas elementales. Además creó una organización de lucha contra el cáncer que recibió millones de dólares en aportaciones, porque su imagen era perfecta. Todas las sospechas quedaban eclipsadas ante el peso de sus resultados, cierto que jamás salió del Tour, Giro y Vuelta nunca contaron con su presencia. 
Ahora, unos cuantos años después, todo ha saltado por los aires. Expoleados por una serie de antiguos compañeros suyos que estaban bajo sospecha y que rompieron la ley del silencio que imperaba, los investigadores cerraron el círculo sobre el tejano y éste, finalmente, ha tenido que salir en un programa televisivo de la más famosa entrevistadora mundial para, para decir, simple y llanamente que había engañado, que iba dopado hasta las uñas de los pies. No creo que su declaración fuera gratis.
La cosa tiene más guasa porque ahora todo el mundo implicado en el tema mira hacia otro lado. Empezando por la Agencia Mundial Antidopaje, cuyo ridículo mayúsculo no puede tapar su silencio y escaqueo. ¿Qué decir del Tour de Francia? Aquellos que le adoraban y, cómo ahora se reconoce, se volvieron de espaldas ante algo que conocían y permitían? Los reyes de la lucha contra el dopaje, el país con las leyes más restrictivas, que se vanagloria en decir que sus deportistas están limpios y los demás (españoles sobre todo) siempre estamos bajo su sospecha. Los que quitaron un Tour a Alberto Contador, sin demostrar nada, solo con indicios, pero que sonrieron de oreja a oreja cuando lo hicieron. ¡Nos habían pillado haciendo trampas! Todavía ni Francia como país, ni el Tour como organización, han dicho esta boca es mía. ¿No será que tienen mucho que callar? 
Les citaremos, para que sean un poquito más humildes, un refrán muy español:
  Nunca escupas al cielo, que te caerá en la cara.