BECARIOS MASTERCHEF
Anda el patio de las redes sociales un poco revuelto estos últimos días como consecuencia de algunos comentarios sobre el tema de los becarios y los grandes restaurantes. Parece ser que en estos lugares de degustación culinaria bastante cara, buena parte de los cocineros son chicos y chicas con beca que no cobran por su trabajo y hacen jornadas de 14 horas o más. Encima, para rematar la faena, sale este muchacho de Masterchef, Jordi Cruz, y va y afirma que esto debe considerarse un privilegio, porque se aprende de los mejores. Y no es el único que piensa esto, los grande Chefs de estrellas Michelin apoyan, más o menos, este punto de vista. Esto de la gastrotontería está alcanzando algunos niveles obscenos. Los becarios de cocina, stagier en inglés, deben dar las gracias y el "si, bwana", porque de lo contrario se van a realizar prácticas a otros restaurantes menos "glamurosos". Esto es mi pueblo, es explotación laboral, pura y dura. Y no me vengan con que siempre ha habido aprendices y demás. Los Chefs se defienden diciendo que las estrellas Michelin tienen muchos costes y que para mantener un precio de menú asequible (alrededor de 160€) es necesario contar con los becarios. En el restaurante de Jordi Cruz el 50% de la cocina son "stagiers". Tomadura de pelo.
Son pocos los que tienen dignidad y piensan en la gente, como puede ser Carme Ruscalleda, que paga a sus becarios 400€ al mes, más comida, manutención y beneficios sociales.
Hace tiempo que deje de ver Masterchef porque no aguanto ciertas actitudes, tanto de los presentadores como de los concursantes, y porque me parece que hay formas más sencillas de realizar una gran cocina, sin espectáculos externos. Pero que sus presentadores defiendan este tipo de "trabajo" no remunerado me suena a otros tiempos no tan lejanos. Ya me gustaría a mí que me hicieran un platito sencillo y valorárselo adecuadamente. Como hacen ellos. Ahora que la cocina española está en momento brillante, noticias y acciones como éstas no dan prestigio precisamente, aunque habría que preguntarse el precio que los futuros cocineros pagan por ello. No sea que creemos otra burbuja y pase lo mismo que con otras.
Y una última pregunta ¿dónde están los sindicatos? Ah, sí, prometiendo un "calvario" a los empresarios. ¡¡¡ Joder, que tropa!!!!
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