viernes, 26 de mayo de 2017

PEDALEO POPULISTA


En esta ciudad de Valladolid llevamos unos días con la nueva organización de la movilidad que se ha sacado de la chistera el gobierno municipal actual. Se trata de la instalación de una red de carriles-bici formando un anillo por lugares céntricos de la ciudad. En zonas perfectamente señalizadas el ciclista es el usuario preferente y los vehículos de tracción motora no deben sobrepasar la velocidad de 30 km/h. Para persuadir de que esto es así los multacar del Ayuntamiento serán móviles y penalizarán a quién se pase de rosca.
Hasta aquí todo muy bonito y ecológico, pero quiero dejar unas consideraciones como ciudadano:
- Supongo que la normativa existente desde 2014 (creo) sobre el uso de las aceras por las bicis y en la que se dice muy claramente que solo se puede usar en las horas nocturnas, se hará de obligado cumplimiento. Porque en esta ciudad hay mucho ciclista que van por las aceras, de cualquier anchura, como si fueran auténticos kamikazes, poniendo una y otra vez la salud física de los viandantes en serio peligro, sin distinguir ancianos, mamás con coches de niño, etc... ¿Aquí los multacar no funcionan?
- Una bicicleta en vía pública es un vehículo, o sea que hay respetar las leyes de circulación, a saber, un paso de cebra, un ceda el paso, un stop, un semáforo, etc... No estoy muy seguro de los ciclistas de la ciudad lo entiendan vistas sus actuaciones.
- ¿Es muy difícil de logar que un ciclista vaya bien visible y protegido? Es decir, casco, chaleco reflectante, luces en la noche, de tal forma que se les pueda ver con suficiente seguridad. No se si la normativa municipal obliga a esto, pero si lo hace brilla por su ausencia y si no lo hace, creo que sería necesario reglamentarlo. Por seguridad de todos. 
- Lo de la ciudad sostenible y ecológica es necesario, pero por favor sobre trazados nuevos, no sobre trazados del siglo XIX, pensando prioritariamente en el coche, que por otra parte ha dado y da de comer a una gran mayoría de vallisoletanos, además de ser el auténtico motor de la ciudad, provincia y alrededores. 
- Ya que son tal amigos en la corporación de preguntar a la ciudadanía sobre diferentes temas, en éste no se consultado nada, se supone que era una reivindicación que estaba en la calle ¿o no? ¿Cuántos ciclistas hay en Valladolid capital? ¿Tantos como para montar todo este quilombo? Y en esta ciudad el invierno suele ser bastante frío, por lo que las ganas de ir en bici son bastante escasas. 
Todos queremos dejar el vehículo de motor lo más aparcado posible en el garaje y sacarlo solo en ocasiones verdaderamente necesarias, pero no nos penalice por ello, que ya se paga con el Impuesto de Tracción Mecánica, que no he oído se abarate con esta medida tan ecológica para mejorar la sostenibilidad.  Una mejora del transporte público urbano y que sea más barato, sería también una gran ayuda. 
A mí me parece una idea muy buena, pero un tanto populista, de todos es sabido la afición de nuestro alcalde  por el ciclismo, pero últimamente no le  veo ir al Consistorio en bici.

martes, 16 de mayo de 2017

¡QUÉ CRUZ!


Anda que no tenemos cosas más importantes de las que preocuparse. Otra vez la matraca recurrente. Una suma coaligada de la oposición del Congreso ha sacado adelante una proposición no de Ley, por la cual se insta al Gobierno ha sacar los restos del difunto Francisco Franco de su lugar actual, el Valle de los Caídos, a otro que se designe o alguien se quiera llevar. 80 años desde la Guerra Civil y volvemos a la andadas. Vuelve a resurgir las costuras muy afiladas de una situación que no hay manera de superar. Es cierto que, quizá, el Valle de los Caídos no sea el lugar más adecuado para contener los restos del dictador, pero montar un pollo parlamentario por este asunto me parece esperpéntico. ¡Pero si les preguntas a los chicos de 15 años por Franco y no tienen ni pajolera idea! Ya que este monumento es un tanto anacrónico y derribarlo sería una burrada, porque no se usa de verdad como un ejemplo de lo que debe volver a ocurrir bajo ningún concepto convirtiéndolo en un museo de auténtica reconciliación nacional, que después de ocho decenios va siendo hora.
Pido a nuestros representantes que, por favor, se dediquen de verdad a lo que la gente necesita. Estamos volviendo a quedarnos atrasados en la nueva revolución (tecnológica) que se vive, que será brutal en los próximos años y eso lo vamos a pagar caro. Es solo un ejemplo.

miércoles, 10 de mayo de 2017

SUSPIROS (DE ALIVIO) EUROPEOS


Estaba toda la UE con el corazón un poco encogido esperando el resultado de las elecciones francesas. Y un gran suspiro de alivio se ha dado tras su resultado. Emmanuel Macron, un político que hace menos de tres años no pasaba  de ser un ministro de Economía que abandonó a Hollande por no comulgar con sus ideas y que no tiene ni partido, ni organización, ni cuadros, ni nada detrás de su persona, ha rentabilizado al máximo el sudoku político francés que en  los últimos años se había instalado en el país de la liberté, egalité y fraternité.  
No es que sea un resultado inesperado, las reales posibilidades de Marine le Pen de ganar era literalmente nulas. Aunque haya recibido algunos apoyos de la ultraizquierda y de algunos sectores antieuropeos que no se sabe muy bien a qué juegan. Pero sabe que tiene un techo de cristal y más lejano de lo que parece. Se ha quedado por debajo del 37%, lo cual es un gran resultado pero muy lejos de su objetivo. Parece que su discurso xenófobo, antieuropeista y antiglobalización ya tiene un recorrido y no pasa de ahí. Ahora habla de refundar el Frente Nacional, lo que supone enfrentarse a su padre y fundador, renunciando a aspectos muy controvertidos. Ya han empezado a caer críticas sobre su gestión y la forma de llevar estas elecciones. Sin embargo el peligro de su populismo sigue ahí. 
Para Macron lo gordo empieza ahora, con muy poca experiencia política y buscando un equipo de colaboradores para formar gobierno, debe recuperar la tradicional fuerza económica, política, financiera y moral que Francia siempre ha tenido y representado en Europa y en el mundo. Su primera gran prueba serán las legislativas de junio, donde puede ocurrir de todo, con la posibilidad de una Cámara muy fracturada. Su encendida defensa de Europa y sus valores en el discurso de agradecimiento ha supuesto una bocanada de aire fresco, pero los retos a los que se enfrenta son una tarea titánica, aunque no se puede negar que su victoria ha supuesto un dique importante ante los populismos que últimamente no hacen más que florecer en esta Europa de austeridad, cansancio y cierta desesperanza en la vivimos. Los ciudadanos europeos queremos otra Europa, otro concepto, la recuperación de valores apartados por una vorágine mercantilista que no nos lleva a ninguna parte, debemos recuperar esa Europa líder en ideas, solidaridad, esfuerzo y conocimiento. No podemos ser un simple peón en esta era de globalización que ya ha nacido. Nuestra supervivencia va en ello. El lema de Macron es En Marche!, pues todos a caminar.

miércoles, 3 de mayo de 2017

BECARIOS MASTERCHEF


Anda el patio de las redes sociales un poco revuelto estos últimos días como consecuencia de algunos comentarios sobre el tema de los becarios y los grandes restaurantes. Parece ser que en estos lugares de degustación culinaria bastante cara, buena parte de los cocineros son chicos y chicas con beca que no cobran por su trabajo y hacen jornadas de 14 horas o más. Encima, para rematar la faena, sale este muchacho de Masterchef, Jordi Cruz, y va y afirma que esto debe considerarse un privilegio, porque se aprende de los mejores. Y no es el único que piensa esto, los grande Chefs de estrellas Michelin apoyan, más o menos, este punto de vista. Esto de la gastrotontería está alcanzando algunos niveles obscenos. Los becarios de cocina, stagier en inglés, deben dar las gracias y el "si, bwana", porque de lo contrario se van a realizar prácticas a otros restaurantes menos "glamurosos". Esto es mi pueblo, es explotación laboral, pura y dura. Y no me vengan con que  siempre ha habido aprendices y demás. Los Chefs se defienden diciendo que las estrellas Michelin tienen muchos costes y que para mantener un precio de menú asequible (alrededor de 160€) es necesario contar con los becarios. En el restaurante de Jordi Cruz el 50% de la cocina son "stagiers". Tomadura de pelo. 
Son pocos los que tienen dignidad y piensan en la gente, como puede ser Carme Ruscalleda, que paga a sus becarios 400€  al mes, más comida, manutención y beneficios sociales. 
Hace tiempo que deje de ver Masterchef porque no aguanto ciertas actitudes, tanto de los presentadores como de los concursantes, y porque me parece que hay formas más sencillas de realizar una gran cocina, sin espectáculos externos. Pero que sus presentadores defiendan este tipo de "trabajo" no remunerado me suena a otros tiempos no tan lejanos. Ya me gustaría a mí que me hicieran un platito sencillo y valorárselo adecuadamente. Como hacen ellos. Ahora que la cocina española está en momento brillante, noticias y acciones como éstas no dan prestigio precisamente, aunque habría que preguntarse el precio que los futuros cocineros pagan por ello. No sea que creemos otra burbuja y pase lo mismo que con otras. 
Y una última pregunta ¿dónde están los sindicatos? Ah, sí, prometiendo un "calvario" a los empresarios. ¡¡¡ Joder, que tropa!!!!