LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y OTRAS BOBADAS
La final de Copa del Rey del fútbol reciente, aparte del golazo de Messi, será recordada por la pitada (con silbatos), cuando sonó el himno nacional, por parte ambas aficiones, eso sí, preparada y orquestada por la del Barça. A cuenta de esto, se habla y mucho de la consabida libertad de expresión y el derecho al pataleo que tiene cada persona. Bien, esto es una realidad que no se cumple en este caso, porque el acto no fue un acto de libertad personal y colectiva, fue simplemente una falta de respeto y ganas de tocar las "narices" al resto de los españoles. Porque esta gente que habla de respeto a su cultura y su nacionalidad pierde todo su crédito (si alguna vez lo han tenido) desde el momento en que no respetan las de los demás. En el anonimato de la masa es muy fácil criticar y pasar desapercibido, luego la mayoría de los que pitaron, uno a uno, había que comprobar de verdad que piensan y sienten, pero por unos convencionalismos populares (lo llamado políticamente correcto) que nadie entiende muy bien dónde empieza y dónde acaban, tocaba "pitar"; no sea que me señalen con el dedo por no hacerlo. Poca personalidad personal y colectiva.
Quiero terminar el tema, porque no tiene para más, con la actitud del "sr." Artur Mas y del futbolista del Athletic, Aduriz. Miren, su pose y su sonrisa socarrona ante lo que estaba cayendo los descalifica a uno como representante político y al otro como deportista, y me permito la LIBERTAD de llamarles pura y sencillamente, CRETINOS.
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