EL EJEMPLO A
SEGUIR
La actuación de los deportistas españoles en los Juegos
Olímpicos de Londres 2012 ha dejado bastante que desear, vamos que ha sido más
bien flojita. Y eso a pesar de que en ciertos foros y estamentos públicos se ha
tratado de minimizar este hecho, menos mal que la sección femenina nos ha
salvado con su actuación de algo que podría definirse como desastrosa. La magnífica
actuación de nuestras mujeres y su conquista de medallas significa el despegue
de la mujer y el deporte femenino de una vez por todas. Por otra parte esto no
es más que el reflejo de la situación general del país y del deporte español en
particular, todo muy centrado en el futbol, algo en el baloncesto y los éxitos
individuales de Nadal, Alonso, los de las motos y alguna cosa más aislada, pero
sin planteamiento institucional, mucho menos universitario y bastante poco popular,
a pesar de que se ve a mucha gente corriendo por los parques españoles.
Pero vienen ahora los Juegos Paralímpicos y aquí la cosa
cambia, en este apartado España es una potencia, no suficientemente reconocida
en nuestro propio país y para ello no hay más que ver el índice de cobertura
mediática que se da a los mismos. Si este país tiene el futuro que algunos
pensamos que sí tiene debe verse reflejado en el esfuerzo, la dedicación, el
valor y la superación de estos hombres y mujeres que lejos de rendirse ante sus
adversidades psíquicas o físicas son capaces todos los días de ponerse un chándal
y de superar sus limitaciones, no tanto para ganar o lograr éxitos, sino para
demostrarse a sí mismos y a los demás de
que si se quiere se puede.
Todos y todas merecen un reconocimiento pero quiero centrarme
en la abanderada del equipo español y nadadora TERESA PERALES, que ha logrado
como quién no quiere la cosa 22 medallas en la piscina y que igualan al mítico
Michael Phelps. Seguro que cuando el tiburón de Baltimore se entere no le
dolerán prendas en reconocer a esta mujer y sus gestas. Que además siempre está
con una sonrisa en su cara y es toda una señora mamá, demostración palpable de
las mejores virtudes que la raza humana atesora como tal y que esta crisis
brutal parece esconder. Ahora están en prime time mediático, en cuanto se
acaben los Juegos volverán a estar solos con los suyos y ya no serán noticia,
aprovechemos estos días para contagiarnos con su esfuerzo.
Como españoles debemos sentirnos orgullosos de nuestros
representantes Paralímpicos y como humanos no podemos menos que sentirnos
admirados por sus logros. En la antigua Grecia y el Juegos Olímpicos se daba
una corona de laurel a los vencedores, por tanto es necesario mucho laurel para
premiar a todos los participantes en estos Juegos.
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