EUROPA DESCONOCIDA
El reciente problema migratorio que está sufriendo ahora mismo esta Europa nuestra, nos hace pensar y recapacitar sobre que espacio común estamos compartiendo. Y la verdad es que como comunidad y como entidad Europa está fallando por culpa de sus dirigentes. Un asunto éste de la emigración y la continua llegada de oleadas de personas que huyen de sus lugares de origen principalmente para alejarse de unos conflictos bélicos, que tiene a nuestros líderes en un absoluto y total bloqueo mental e institucional. También podríamos decir que de estos barros vienen estos lodos, unos cuantos años de miopía diplomática, con un peso cada vez menor a nivel mundial, con nuestros dirigentes excesivamente preocupados por la austeridad y todo lo que lleva consigo, no les ha dejado observar con claridad qué coño pasaba en el resto del planeta. Ahora falta una política de agallas y decisiones drásticas e importantes, porque el problema no ha hecho más que empezar. Europa es el maná, al menos es un lugar donde hay unos mínimos de dignidad y libertad ausentes en otras muchas sociedades del planeta. Y eso precisamente es nuestra fuerza y nuestra debilidad si no actuamos con altura de miras. Esta crisis ha sacado a relucir las tremendas diferencias de mentalidad existentes en la Unión Europea; lógico, no es lo mismo la mentalidad de un español, de un lituano, de un belga o de un rumano, son siglos de enfrentamientos y realidades muy diferentes que no se arreglan solo con buena voluntad. Aparte de que mientras solo se vea el tema financiero-económico y no se circule hacia una auténtica cohesión de los ciudadanos el asunto se va a complicar y mucho. No vale con la respuesta ciudadana o de ONG's que lo único que hacen el parchear un tema de mucho más calado. Incluso está surgiendo una especie de pasotismo, mezcla de insensibilidad y hastío, de ver todos los días las imágenes de gente que huye y muere en su búsqueda de una vida mejor. La terrible foto/imagen del niño muerto en la orilla de la playa apenas duró unos días de consternación... porque nadie hizo nada. Era uno más. Hay muchos europeos de todos los países que creen que este tema no va con ellos, lo miran como muy lejano cuando no con manifiesta hostilidad. Mentes estrechas y ombligos de continua mirada, aquí hay mucho más que unos emigrantes buscando algo mejor, aquí está en marcha una auténtica revolución socio-cultural que está dando su primeros pasos. Y está claro que Europa sola no va a poder solucionar este problema, pero quizá debamos ser los que lideremos los pasos que lleven a su resolución. Tenemos historia, experiencia, conocimientos y herramientas para hacerlo, solo hace falta que nuestros dirigentes dejen de pensar en el cortoplacismo y piensen en sociedad humana como conjunto.
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