UN HOMBRE HONRADO
Acaba de fallecer Adolfo Suárez, el hombre bajo cuya mano vino la democracia a España y cuyos últimos años de vida han sido una batalla perdida contra una enfermedad incurable. La verdad es que ha sido toda una grata sorpresa observar, como principalmente la gente normal y corriente, se ha volcado en apoyo a su persona y familia, así como a su figura como político en estos últimos días. Lo que más me llena de cabreo es que todos aquellos que le dieron leña por activa y por pasiva en aquellos duros años de la transición, que no le dejaron respirar, que hasta que no lo tumbaron no se quedaron a gusto, sean ahora los primeros en alabar sus virtudes. ¿Mala conciencia quizá? Porque si un hombre ha sido perseguido, vilipendiado y ultrajado en este país durante la época de la Transición fue él, (incluso se le negó el saludo de la paz en una misa) y ahora cuando ya cría malvas es cuando, farisaicamente, se le entroniza. ¿Porqué no se hizo antes? ¿Porqué no se le reconoció en vida su inmensa tarea de sacar a un país en blanco y negro y ponerle los colores de la libertad y la esperanza? ¿Porque era un político honrado? ¿Porque pensó en el interés colectivo en lugar de en sus interés personal? ¿Porque podía mirar a la cara a cualquiera sin que se le cayera de vergüenza? Los que vivimos aquellos frenéticos años no olvidamos, ni olvidaremos, su valentía en el 23-F, su lucha contra las oligarquías políticas, económicas y militares que entonces existían y su voluntad constante de que solo dialogando se podía conseguir una reconciliación necesaria e imprescindible para lograr eso tan alabado hoy como es la Transición Democrática. Claro que entonces había unos POLÍTICOS de verdad, gente que sabía lo que se jugaba y cómo jugarlo. De los que, me temo, hoy no hay nadie.
Afortunadamente, la gente sencilla es la que más agradece esos esfuerzos y por eso su capilla ardiente está siendo visitada por miles de personas con colas gigantescas como último ejercicio de agradecimiento a un hombre que, con aciertos y errores, tiene un lugar de honor en la Historia de España. Ojalá que las nuevas generaciones conozcan en los libros de Historia la importancia de este gran hombre.
Por todo ello
¡¡¡ MUCHAS GRACIAS PRESIDENTE SUÁREZ !!!