EL PATIO TRASERO DE EUROPA
La tragedia de la isla italiana de Lampedusa ha removido las conciencias de la gente, bueno de casi toda la gente. El horror de la muerte y la forma en que se produce no puede sino remover los corazones. Esos sí, de la buena gente que no tiene un cargo institucional en algún "chollo" como Parlamento, Comisión Europea, etc... El problema es que viene de largo, en esta Europa que está muy preocupada por la austeridad, por el llamado Estado de Bienestar, carente de fuerza cívica, dirigida por muchas medianías y donde no se ve la forma de aunar esfuerzos reales para solucionar problemas reales, por la pérdida de influencia en todos los niveles en los órganos mundiales, no se hace verdadera política común, en prácticamente nada. Más bien se hace lo posible por jorobar al vecino. Y si los ciudadanos europeos pintan muy poco, cada vez menos, qué decir de los que vienen de otras lugares, como África, en busca de eso tan eufemístico como "un mundo mejor". Se ve que no conocen como está el percal por estos lares. Lo mejor de todo es el escaqueo de las autoridades europeas que, como por arte de magia, desaparecen de la primera línea de información, dejando que "los segundos o terceros espadas" carguen con el mochuelo. Los que aparecen lo hacen con una cara compungida, pero sin proponer nada digno al problema. No es nuevo en la Historia europea, durante unos cuantos años tuvo lugar una guerra cruel, incívica, cainita y devastadora en los Balcanes y lo trató como si fuera el patio trasero de una casa, no preocupa su limpieza. Hoy en día se sigue sin depurar las responsabilidades penales de los actos de barbarie realizados. Así que extrañarse ahora de una actuación tan tibia, tan políticamente correcta, no tiene razón de ser. En Europa el tema de las pateras mueve mucho dinero, y los gobiernos a los que les toca el tema, España e Italia sobre todo, saben que tienen que apechugar con lo que caiga; la Europa rica, la que trata a los inmigrantes como personas de segunda categoría no va a mover un dedo y ni un euro para intentar solucionar el tema. Parece que su pasado de Imperios que devastaron regiones enteras del globo les impide reaccionar con humanidad y grandeza de miras; al fin al cabo, en Europa aún hay mucho imperialista que se cree el ombligo del mundo y piensa que son una raza superior. En una Europa que ha renegado de sus raíces cristianas en su Constitución, que buenas o malas son las que tenemos, pero que en aras de una "igualdad"??? de pueblos se esconde, ¿cómo vamos a pedir que sientan lástima por sus semejantes? Mientras no se ataque el problema en su raíz, que son los países africanos, con verdaderos programas de ayuda y no en plan limosna, no permitiendo la existencia de dictadores que expolian a sus pueblos, tratando con justicia el comercio con sus productos, hará que jugarse la vida para buscar un futuro mejor será la única salida que les quede a toda esta gente y que, de cuando en cuando, nos acordemos de que existen cuando ocurran tragedias como la de Lampedusa.
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