MORIR DE ÉXITO
Decía Charles de Mouseff que "lo importante no es llegar a la cima, sino mantenerse en ella". Viene esto a cuento de la exitosa serie de TVE "Águila Roja". La cosa empezó como algo verdaderamente original, un experto en artes marciales que reparte justicia en la España del S. XVII y con una trama que prometía; un pasado incierto, una historia de amor/desamor con su cuñada, un criado cortito de entendederas, pero con humor campechano y popular, un malo, muy malo (el comisario), una marquesa bastante libidinosa, un cardenal muy poco "eclesiástico"; bien, uno se divertía. En las dos primeras temporadas, más o menos, se mantenían los parámetros, aunque al final de la segunda la cosa empezaba a embarrarse. Pero, los índices de audiencia eran alucinantes, literalmente arrasaba semana tras semana. Cuando ya pensábamos que las diferentes historias abiertas tendrían algún tipo de solución, he aquí que cada vez los guionistas lían más la madeja y ya no sabes por donde estás. Esta temporada están batiendo los récords de sorpresas, tantas que algunas son sencillamente alucinantes. Quieren explotar tanto la mina que la van a agotar. El episodio del jueves 17 de octubre rozó lo paranoico, con una combate de "gladiadores" como si fuera una corrida de toros y una resolución algo chapucera. Aunque la serie es de ficción y el tiempo histórico es pura fachada, hombre todo debe tener una mínima credibilidad.
Es que las ideas, lógicamente, se ha acabado y se trata de mantenerse como sea. Para fracasar me temo.
Aunque se mantiene líder de su franja horaria, la audiencia ha bajado este curso, algún día incluso por debajo de los 4 millones de espectadores. Dicen que hay grabada una nueva temporada, por lo que me temo el alucine llegará a más altas cotas. Lo mejor sería darle carpetazo con problemas resueltos, con los malos derrotados de una vez, porque los buenos son tan buenos que son rematadamente tontos/as, y el guión para mí está dejando mucho que desear. Además las interpretaciones han perdido fuerza a medida que pasaban los capítulos; da la sensación de que algunos actores/actrices no se creen su personaje. El ejemplo más claro está en el personaje del criado, Satur, que ha perdido la tremenda frescura que tenía al principio. Afortunadamente las escenas de acción siguen estando muy bien cuidadas y trabajo de los "extras" es muy, muy bueno.
Los americanos que de esto saben latín, no dudan en cortar una serie antes de que los espectadores den la espalda al producto, ejemplos como Los Soprano, Friends o recientemente Breaking Bad son ejemplos de como terminar en la cúspide de la ola y ser recordados como series de "culto".
Hay que saber retirarse a tiempo.