jueves, 18 de diciembre de 2014

SIMPSON PLATA DE LEY



Se dice que para gustos los colores, pero en mi opinión son la serie más genial que se ha hecho y se hace desde hace 25 años. Que son los que cumplen ahora. Una serie creada por un geniecillo, Matt Groening, que creó unos personajes inolvidables y que perdurarán en los tiempos, Homer, Marge, Bart. Lisa y Maggie, que viven en la ciudad de Springfield, junto a vecinos y diversa fauna que los acompaña y que son la familia más atípica, lunática, satírica y alucinante de toda la historia televisiva. Sus cameos de personajes famosos son míticos y algunos de ellos piden expresamente salir en algún episodio. Su humor entre ácido, extravagante y surrealista, pero absolutamente único y que no deja títere con cabeza, recuerda los mejores momentos de los hermanos Marx. Han sabido mantener y subir el nivel cada año, y así durante 25 años, lo cual es para darles un premio perpetuo. De alguna forma, todos nos sentimos identificamos con alguno de sus personajes, aunque solo tengan tres dedos y un pulgar (solo Dios y Jesucristo tienen cinco dedos en manos y pies) y su colorido amarillento que sirve para llamar la atención nos hace pasar ratos de genuina carcajada, con una crítica social aparejada.
Felicitemos a esta particular familia en sus bodas de plata y pidamos que aguanten otros 25. Para cumplir unas bodas de oro de auténtica ley.

¡¡¡ FELICIDADES A LOS SIMPSON !!!

jueves, 11 de diciembre de 2014

PODEMOS LIARLA PARDA


En esta tierra y desde la época de Viriato, más o menos, no ha habido un movimiento que haya subido tan rápido y tan fuerte sin haber hecho absolutamente nada por hacerlo, como el fenómeno PODEMOS. Un grupo de universitarios, con carita de empollones y mucha labia, muy conocidos en los medios de comunicación y las redes sociales, las cuales dominan a la perfección, se han convertido en los nuevos gurús de la idiosincrasia hispana. Claro, para que esto ocurra han tenido que recibir una ayudita de lo más inocente; el resto de partidos políticos del amplio espectro nacional, encabezados por los dos grandes, cuya memez y cretinez raya en lo alucinante. Totalmente desconectados de la realidad, solo mirándose sus ombliguitos llenos de corruptos, mediocres, miembros y miembras que no saben más que cobrar a fin de mes, están dejando una auténtica alfombra persa a los nuevos. Y es que además estos chicos hablan como los ángeles oiga y sobre todo dicen lo que la gente, hastiada, cabreada, desmoralizada y pasota, quiere escuchar. Sus ideas suenan a música celestial, no importa que llevarlas a la práctica sea inviable, metafísicamente imposible y económicamente para ir a la banca rota directamente, que ríase usted de Grecia. Además su líder, Pablo Iglesias, es que se cree un auténtico Mesías, sólo le falta una varita mágica y creeremos que es Moisés redivivo. 
Su programa económico, que han presentado como su fuera una candidatura a los Oscar, ha levantado una expectación tremenda. Ahí tienen a los cerebros en la sombra, profesores reputados, Viçenc Navarro y Juan Torres, que dan clases en la John Hopkins y en la Universidad de Sevilla y cuyas ideas keynesianas de la economía son más que conocidas. Algunas de sus recetas son: reducir la jornada a 35 horas semanales, renta básica a quienes no tengan ingresos, jubilación a los 60 años, limitar los sueldos más altos, aumentar los salarios y una quita dialogada de la deuda nacional, es decir vete a los millonetis y a los fondos buitre del mundo y les dices que te perdonen una parte de lo que les debemos o que no se lo pagamos, ¡¡¡con un par!!! Al  profesor Navarro que da las clases en la Universidad americana nombrada, si ha dicho esto en sus clases yankis y los alumnos no se han descojonado de risa, ha debido faltar poco. Me gustaría verle de Ministro de Economía, solo para descojonarme yo, eso sí después de haberme quedado más pobre que Carpanta.
Uno, que no tiene mucha idea de economía, que bastante tiene con cuadrar números con la parienta cada mes, pero que no es tonto y sabe que si se gasta más que lo que se tiene, mal asunto. Hombre si me reducen jornada, me aumentan el sueldo y me jubilan a los 60, les voto en mayúsculas. 
En serio, estos chicos y chicas, cuya máxima virtud es haber hecho carrera en la Universidad española, que todos sabemos es lo máximo en calidad y eficiencia, seguirían siendo unos completos desconocidos si la gasolina que les alimenta, la crisis y sobre todo la corrupción, se hubiesen erradicado de la política española y los políticos se dedicaran, de verdad, a los auténticos problemas de la gente, no hubieran salido de las aulas. Pero, como la cosa no va por ahí, PODEMOS LIARLA PARDA.

martes, 9 de diciembre de 2014

OPORTUNIDAD PERDIDA


Esta gente que se atisba en la foto son los padres y madres de la patria hispana. Están ahí porque la voluntad popular los ha colocado, bueno y también porque iban en lugar importante de una lista electoral, porque votados lo que es votados directamente, no han sido. Aquí, en este lugar, el Congreso de los Diputados, es donde se dirimen los grandes asuntos nacionales. Bueno, más bien es un lugar donde lo más parecido a un lugar de debate es mera coincidencia. Es la mayor sala de diálogo de sordos que existe en este país, exceptuando al  Senado, cuya misión no se sabe muy bien cual es, ni para que sirve exactamente, porque es el Gran Desconocido, no se sabe si está ni se le espera.  En el Congreso, donde sus señorías están muy bien pagados por todos, se deberían escuchar ideas interesantes, inteligentes, realistas y sobre todo prácticas, de esas que la gente ve en la calle. No es el caso, por supuesto, y el último ejemplo vergonzante de su auténtica realidad se dió en el último debate sobre el tema de la corrupción. Aquí cada mochuelo se apuntó a su olivo y lo que debería haber sido un auténtico punto de inflexión sobre un tema candente, que tiene a los españoles bastante soliviantados, fue un cruce vacío de acusaciones vacuas, sin ningún sentido y con una retórica que daba pena. Porque esa es otra, no estaría mal que a nuestros representantes, por lo menos a los que más hablan, sus asesores de imagen les sugirieran un cursillo acelerado de cómo hablar en público, no solo de dicción sino también de lenguaje. El caso es que al final del ¿debate? la gente todavía está más cabreada y tiene la sensación de que nadie, absolutamente nadie, quiere entrar de verdad a torear este toro. Es lógico,  quién más quién menos tiene algunas cornadas que es mejor no tocar, no sea que la cosa acabe en hemorragia. Los dos partidos mayoritarios que no se si pensar  que son idiotas o se lo hacen, como tienen mucho pufo en el tema tratado optaron por echar al otro el conocido: "y tú más", sin una mínima autocrítica. Hubo momentos en que daban risa o pena, según.
Los partidos de en medio buscando arañar algunos votos para intentar sobrevivir, porque la que se les avecina puede ser dramática, sin aportar nada ni proponer nada. Claro que es posible que su límite sea ese y no más. Los nacionalistas, que despotrican contra el opresivo Estado español, pero no tienen ningún reparo en poner el cazo para cobrar de él, poniéndose de costado para intentar dar un pase torero que no les manchara el traje, porque para ellos estos "asuntillos" no tienen ni chicha ni limoná. Lo suyo es pedir pasta y ser lo más insolidarios posible, hablando de sus hechos diferenciales y como ninguna de estas premisas se daba se limitaron a sestear un poco y pasar el rato lo mejor posible. Eso sí poniendo esa cara seria de "cómo puede ocurrir esto". Fariseos.
Los que mejor se lo pasaron no estaban allí., estaban haciendo caja de votos de lo que la estulticia de los y las congresist@s de los que estaban en el lugar  les está haciendo recoger, me refiero claro a los de Podemos, que puede recoger una cosecha memorable solo viendo pasar al cadáver parlamentario sentados y tomándose un cafelito o un cubata.
Fue, como tantas otras veces, una oportunidad perdida de demostrar a quienes les votan y les pagan, que el Congreso es el lugar donde el pueblo soberano está representado por personas que piensan en ellos y no un búnker totalmente apartado de la realidad, que vive una realidad ficticia, preocupándose solo de lo que les interesa personalmente.   Así nos va.