CAMINO DEL Nº 1
En la historia de España desde iberos y celtas o antes, ha habido personajes verdaderamente nefastos o siniestros, dirigentes que han llevado al país al desastre o muy cerca de él. Algunos salen así a bote pronto: Fernando VII, Godoy. Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares, algunos reyes visigodos, etc..., pero de un tiempo a esta parte hay uno actual que se está ganado a pulso entrar en esta lista y, encima, entre los puestos privilegiados: el ministro WERT. Este hombre que parecía simpático, chuletilla y algo sobradillo en sus tiempos de tertuliano radiofónico, ha conseguido una tarea harto complicada en esta país; poner juntos a tirios y troyanos en su contra. La última, el tema de las becas Erasmus y su recorte. Aunque al final ha tenido que envainársela y dar marcha atrás, el tipo no crean que ha movido un solo músculo. Es el ministro peor valorado de la historia democrática, con una puntuación de ¡¡¡1,5!!! pero ahí sigue, impasible al desaliento.
Este hombre dirige (es un decir) un ministerio tan controvertido y tan sensible como el de Educación. Y ya sabemos donde estamos: ni una sola de las Universidades españoles está entre las 200 primeras del mundo, nuestros estudiantes quedan siempre en el vagón de cola en el famoso informe PISA (y los profesionales y demás gente relacionada con el tema silbando, lo cual demuestra muchas cosas), con la calle incendiada por los continuos recortes, con la sensación de que cada reforma educativa lo único que logra es idiotizar más al personal y que el nivel educativo-cultural esté a niveles mínimos. Este hombre cada vez que abre la boca, sube el pan y baja la Bolsa.
Claro que la culpa no es suya, es de quién le nombró y lo mantiene.
Definitivamente, debemos estar purgando algunos pecados históricos gordos, porque no entiendo como nos pueden gobernar y dirigir esta caterva de impresentables (hombres y mujeres) que lo hacen. Y así nos va.